En los países productores de vino, el vino extranjero puede ser interesante y atractivo, pero nunca el mejor vino. Ese chovinismo vitivinícola nos afecta a todos. Imagino que el paladar se satura del toque nacional y la hechura, por mucho que queramos verlo de otro modo tiene una esencia regional además de cultural.
Mis amigos franceses dicen, sí, están bien los vinos españoles, pero los nuestros... los amigos italianos, ni hablar, nadie tiene ni puñetera idea de los vinos que hacemos, y puede que todos tengan razón desde su punto de vista, porque entre la cautividad y los privativos precios de importación, nuestro vino será amargo, pero es nuestro vino y salvo en ocasiones especiales no nos decantamos por un vino extranjero.
Por otro lado hay que reconocer que el prejuicio de "lo importando" siempre nos lastra y hace que no reparemos de que existen vinos extranjeros de muy buena calidad y de precios aceptables. Sólo hay que ser un poco abierto y flexible, porque los vinos extranjeros, aunque creamos que son caros y raros, tienen mucho que enseñarnos y hay que darles una oportunidad.
Y creo que no hay mejor ejemplo que un vino californiano con etiqueta rocambolesca y tapa de metal me ha sorprendido por su elegancia, delicia y estructura. Hablo del Cycles Gladiator creado con Syrah y por el que muy pocos apostarían si no supieran que en los campos de Sacramento las bodegas Hahn Family Wines, puede que traumatizadas por la invención de la bicicleta, hacen unos vinos que merecen ser catados y disfrutados de la mejor manera. Explotan la variedad autóctona Zinfandel y la Pinot Noir con mucho éxito, pero, y no e spor moda, yo me quedo con el vino hecho con Syrah, una variedad que ha sufrido por aquí y por allá, desaparecido por uno y otro lado y aparecido con fuerza por otros, pero estos detalles los pueden encontrar en la Red.
Lo interesante del Cycles Gladiator no está en lo amable que es boca y lo goloso que es en nariz, esta variante está muy atemperada, pero potente sin machacarnos el paladar, ni obligarnos a asados y brasería, puede ser maridado con lo que se nos antoje, pero hay que reconocer que las carnes muy poco hechas hacen una combinación estupenda, también quesos potentes y pescado con salsas provocativas permitirán una excelente degustación. Su final largo y persistencia aromática satisfacen al paladar más exquisito y lo más gracioso es que su precio sea online o en tienda no supera los 13 euros, aunque dependiendo de la añada y el establecimiento puede llegar hasta unos 16 lo cuál si miramos bien es un precio de "importación" no exagerado. Puede que la capacidad de respirar más a través de su sellado metálico y su baja graduación alcohólica permitan esa templanza y equilibrio, pero tengo que reconocer que es de esos vinos que no olvidas y si lo compartes en un momento memorable se quedará para siempre como una referencia obligatoria diga de ser probada.
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